Sin dar la nota: El vestido blanco

Buenos días,

El vestido blanco se ha vuelto a convertir en una de las prendas más influyentes de la primavera verano, cosa nada fácil. Grandes firmas como Loewe, Valentino o McQueen no han podido resistirse a los encantos de esta pieza, que sigue cosechando éxitos año tras año. Y es que si hay una prenda que pueda hacer frente al irremplazable LBD (Little Black Dress), sin duda, es su opuesto.

Gracias a su versatilidad, frescura y delicadeza, las posibilidades con el vestido blanco se vuelven infinitas. Lo hemos visto de encaje, volantes, bordados, también liso y recto. Las transparencias se han vuelto más atrevidas que nunca, los escotes en forma de V se apoderan de la calle y los materiales de seda, lino o algodón inundan cada modelo.

Recibido por todo lo alto en las pasarelas de todo el mundo y saliendo siempre airoso, esta prenda es ideal para hacer frente a las mañanas de primavera o las noches de verano. Es una pieza que se puede reinterpretar infinidad de veces jugando con los complementos y accesorios adecuados.

Para la mañana, sombreros rígidos de materiales naturales y sandalias o cuñas. Por la tarde, botas altas y bolso mini. Y para la noche con unos zapatos de tacón y pendientes XXL. Tenemos todos los ingredientes para sacar partido a esta prenda y conseguir un look diez.

En mi look de hoy llevo un maxi dress blanco de tirante ancho con cazadora denim de manga corta. Lo he combinado con sombrero panamá, cuñas y un cesto como bolso.