Su exotismo ancestral continua vigente siglos después de su nacimiento y su característico diseño se ha extendido desde Japón a todo el mundo, llenando los guardarropas femeninos con su inspiración oriental. Los kimonos abandonan los palacios y grandes celebraciones orientales para protagonizar el street style irradiando estilo y auténtica actitud.
Ya sea a modo de vestido, tal como marca la tradición, o reinventados como chaquetas, estas prendas tradicionales conquistan porque aúnan al mismo tiempo la feminidad casi mística de las geishas con la fuerza de los samurái.
Las diversas versiones van desde los kimonos elaborados con tejidos suaves como el raso o la seda hasta otros más robustos de tejidos brocados; pueden tener estampados florales, motivos simbólicos y hasta apliques de pedrería y flecos.
Amplias mangas, suntuosos tejidos y una elegancia envolvente son las claves para escoger el kimono perfecto y conservarlo para siempre.
El que llevo hoy es de raso en rojo con motivos florales y lo llevo suelto. Ceñido a la cintura también sería una buena opción. Lo he combinado con una camiseta básica blanca y pantalón rojo consiguiendo un look cómodo sin perder un ápice de estilo.
